El tarot y yo: mi camino como tarotista

Hola a todos
Cálidos saludos desde el Valle del Aconcagua en la V Región.

Les quiero contar cómo nació mi amor por el tarot. Nunca he sido una persona de supersticiones, creer en cosas paranormales, etc. Atea, siempre escéptica a todo, no podía creer en algo como el Tarot.
Aún así lo tuve cerca. Una compañera del liceo leía con los arcanos mayores a todo el curso. Yo no pude evitar querer ser parte de sus populares lecturas el mi curso.

Primero fueron los dibujos. Pamela Coleman dibujó en el Tarot tradicional una serie de pistas ocultas y símbolos potentes que no se escapan del ojo. Me puse a dibujarlas, casi copiando sus dibujos. Me entretuve en cada sesión, buscando los detalles e imaginando qué podrían significar.
Su propio misterio me sedujo.

Con los años recibiría lecturas -con más que nada curiosidad- y con el tiempo los presagios de las cartas se cumplían de maneras misteriosas y precisas.
Comencé a creer.

Hubo dos que fueron fundamentales:
- Una conocida me dijo hace 4 años que ese sería el año en el que sentiría por fin que estoy derrocando al patriarcado y lo sentí así, viví esa energía durante mucho tiempo y me acerqué más al mundo queer y rechacé aún más la heteronormatividad. Me sentí más libre que nunca.
- Luego me las leí por internet. Casi como un chiste para matar el tiempo. Decía que tendría un amor, pero yo lo veía imposible porque no conocía a nadie nuevo, no me gustaba nadie, no tenía ganas de estar en pareja. Dos semanas después una gran amiga me declaró su atracción hacia mí, y me di cuenta que era mutua. Nos convertimos en novias por mucho tiempo.

Luego de este último hecho salí a la calle a comprarme un mazo. Eran días en los que había aprendido sobre los dos espíritus en la tradición de los Nativos Americanos y estaba encantada con esa aceptación y amor sin condiciones a todo lo queer, sin considerarlo raro en sus tribus.
Vi el tarot Vision Quest, y sin saber nada me lo llevé a casa.

Siento que no podría haber elegido mejor. Vision Quest es un mazo que te incentiva a trabajar con tus sentimientos y la búsqueda del ser fiel a uno mismo. Hermoso descubrimiento. Se sentía correcto.
Sus dibujos son hermosos, sus arcanos mayores y corte eliminan los conceptos de jerarquías -no hay emperatriz, ni papa, ni siquiera muerte- y ocupan su propia mitología: el respeto a los mayores, la conexión con la naturaleza, la creencia del más allá, los espíritus que nos cuidan y el sentido del humor diferente.


Enganché de inmediato. Practicaba montones sin contarle a nadie. Cuando me sentí algo segura empecé a practicar con mis cercanos. Y luego ellos me llamaban para contarme cuánto le había achuntado con la lectura, ¡impresionante!. Ni yo lo creía realmente.

Años después de esto aún me considero una aprendiz. Dicen que nadie nunca deja de aprender. Pero ya tengo la confianza para leerle las cartas al resto, probar tiradas, contar la historia que las cartas ofrecen.

Por eso hoy me lanzo y comienzo a ofrecer mis servicios de manera humilde, cariñosa, sin pretensiones, buscando la verdad de nuestras almas e instintos, y siendo fiel a una búsqueda de lecturas que recalquen lo positivo donde me concentro en buscar el consejo de las cartas.

Cariños a todos



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